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Mantarrayas
Las mantarrayas son parientes cercanos de los tiburones y pertenecen a los Elasmobranquios.
Estas cuentan con las siguientes características:
- Tienen un esqueleto cartilaginoso como los tiburones.
- Tienen un cuerpo aplanado dorsoventralmente.
- Sus aberturas branquiales están situadas en la parte inferior del cuerpo.
- Su piel está cubierta de escamas placoides (o dentículos dérmicos).
Descripción general
Las mantarrayas, imponentes y elegantes habitantes de los océanos, son parientes cercanos de los tiburones, perteneciendo al grupo de los Elasmobranquios.
¿Sabías que estas fascinantes criaturas pueden alcanzar envergaduras de hasta 7 metros? A pesar de su gran tamaño, son inofensivas para los humanos. Las mantarrayas son filtradoras, lo que significa que se alimentan de plancton y pequeños peces al filtrar el agua a través de sus branquias. Su increíble capacidad de nadar y fluir con las corrientes oceánicas les permite cubrir grandes distancias en busca de alimento, convirtiéndolas en importantes agentes de equilibrio en los ecosistemas marinos.
En el Pacífico Sudeste, encontramos una diversidad de especies de mantarrayas. La más conocida es la mantarraya gigante (Mobula birostris), quién realiza largas migraciones, pero también tenemos otras especies destacadas como la mantarraya pigmea (Mobula munkiana) y la mantarraya diablo (Mobula thurstoni).
Estado de conservación
Según la Lista Roja de la IUCN, de las 47 especies que se encuentran en el Pacífico Sudeste (PE, EC, COL, CR), al menos 24 especies se encuentran en una categoría de amenaza: cinco en “En Peligro”, 18 se encuentran “Vulnerable” y una en “Peligro Crítico”. Siete se encuentran categorizadas en “Casi Amenazado”, 14 se encuentran categorizadas en “Preocupación Menor” y dos en “Datos Insuficientes”.
Ver listado de especies en la pestaña: Lista de especies
Valor ecológico / Servicios ecosistémicos
Regulación de poblaciones
Las mantarrayas desempeñan un papel crucial en el equilibrio ecológico al alimentarse de zooplancton y pequeños organismos marinos, ayudando a controlar sus poblaciones y evitando su sobreabundancia.
Transporte de nutrientes
Las mantarryas, al migrar grandes distancias, contribuyen al transporte de nutrientes entre diferentes regiones marinas, lo que favorece la productividad y la salud de los ecosistemas marinos, asegurando un flujo constante de recursos a lo largo de sus rutas migratorias.
Valor socioéconomico
Cultura y conservación
En diversas culturas, las mantarrayas poseen un profundo valor simbólico y cultural, siendo representadas en el arte, la mitología y las tradiciones locales. Por ejemplo, en la cultura Mochica del antiguo Perú, las mantarrayas eran símbolos recurrentes en cerámicas y murales, asociados con la conexión entre el mundo marino y las creencias espirituales de la sociedad
Turismo
Las mantarrayas representan un importante atractivo para el turismo de buceo y esnórquel, generando ingresos significativos para las comunidades costeras y promoviendo el desarrollo de economías locales basadas en el ecoturismo.
Aprovisionamiento
La carne de las mantarrayas es consumida como alimento en varias regiones, el cartílago se emplea en suplementos nutricionales, y su piel es utilizada para la elaboración de productos de cuero. Sin embargo, el comercio de mantarrayas debe ser regulado con el objetivo de garantizar su sostenibilidad y prevenir la sobreexplotación.
Ecosistemas que habitan
Arrecifes de coral
Los arrecifes proporcionan refugio y abundantes recursos alimenticios, siendo zonas ricas en biodiversidad donde las manta/rayas pueden encontrar pequeños peces y crustáceos.
Aguas costeras
Estas zonas, cercanas a las costas, ofrecen una abundancia de nutrientes y alimentos debido a la mezcla de aguas dulces y saladas, además de tener una menor profundidad, lo que facilita el acceso a sus presas.
Mar abierto
El océano abierto, conocido como zona pelágica. Es un hábitat crucial para varias especies de mantas y rayas, especialmente para las mantarrayas gigantes que son nadadoras altamente migratorias.
Cuestiones criticas asociadas
Captura directa
Estas especies son objeto de pesca dirigida en varias pesquerías mundiales a lo largo de su área de distribución. Las mantarrayas son valoradas por sus branquias, utilizadas en la medicina tradicional asiática y con un alto valor en el mercado internacional.
Capturas incidentales
Las mantarrayas a menudo quedan atrapadas accidentalmente en redes de pesca dirigidas a otras especies, lo que resulta en lesiones graves o la muerte de los individuos.
Cambio climático
El cambio climático está elevando las temperaturas del agua, lo que afecta la distribución y la disponibilidad de alimentos para las mantarrayas. Además, los cambios en la temperatura del océano pueden alterar las corrientes y, en consecuencia, las rutas migratorias de las mantarrayas.
Colisiones
En zonas con intenso tráfico marítimo, las mantarrayas enfrentan un alto riesgo de colisiones con embarcaciones, especialmente aquellas que se desplazan a gran velocidad. Estas interacciones representan una amenaza significativa para su supervivencia, particularmente en áreas donde las rutas marítimas coinciden con sus rutas migratorias.
Contaminación
La contaminación marina representa una amenaza significativa para las mantarrayas. La ingestión de plásticos, en especial microplásticos, puede provocar obstrucciones intestinales y exponerlas a sustancias tóxicas. Además, contaminantes químicos como metales pesados y compuestos persistentes se acumulan en sus tejidos a través de procesos de bioacumulación y biomagnificación, impactando negativamente su salud, alterando sus funciones metabólicas y reduciendo su capacidad reproductiva.
Turismo no reglamentado
Las actividades turísticas, como el buceo y el esnórquel, pueden interferir con el comportamiento natural de las mantarrayas, causando estrés y alterando sus patrones de alimentación y reproducción. Además, los encuentros cercanos con las embarcaciones pueden causar daños físicos a la mantarraya.
Descripción general
Las mantarrayas, imponentes y elegantes habitantes de los océanos, son parientes cercanos de los tiburones, perteneciendo al grupo de los Elasmobranquios.
¿Sabías que estas fascinantes criaturas pueden alcanzar envergaduras de hasta 7 metros? A pesar de su gran tamaño, son inofensivas para los humanos. Las mantarrayas son filtradoras, lo que significa que se alimentan de plancton y pequeños peces al filtrar el agua a través de sus branquias. Su increíble capacidad de nadar y fluir con las corrientes oceánicas les permite cubrir grandes distancias en busca de alimento, convirtiéndolas en importantes agentes de equilibrio en los ecosistemas marinos.
En el Pacífico Sudeste, encontramos una diversidad de especies de mantarrayas. La más conocida es la mantarraya gigante (Mobula birostris), quién realiza largas migraciones, pero también tenemos otras especies destacadas como la mantarraya pigmea (Mobula munkiana) y la mantarraya diablo (Mobula thurstoni).
Estado de conservación
Según la Lista Roja de la IUCN, de las 47 especies que se encuentran en el Pacífico Sudeste (PE, EC, COL, CR), al menos 24 especies se encuentran en una categoría de amenaza: cinco en “En Peligro”, 18 se encuentran “Vulnerable” y una en “Peligro Crítico”. Siete se encuentran categorizadas en “Casi Amenazado”, 14 se encuentran categorizadas en “Preocupación Menor” y dos en “Datos Insuficientes”.
Ver listado de especies en la pestaña: Lista de especies
Valor ecológico / Servicios ecosistémicos
Regulación de poblaciones
Las mantarrayas desempeñan un papel crucial en el equilibrio ecológico al alimentarse de zooplancton y pequeños organismos marinos, ayudando a controlar sus poblaciones y evitando su sobreabundancia.
Transporte de nutrientes
Las mantarryas, al migrar grandes distancias, contribuyen al transporte de nutrientes entre diferentes regiones marinas, lo que favorece la productividad y la salud de los ecosistemas marinos, asegurando un flujo constante de recursos a lo largo de sus rutas migratorias.
Valor socioéconomico
Cultura y conservación
En diversas culturas, las mantarrayas poseen un profundo valor simbólico y cultural, siendo representadas en el arte, la mitología y las tradiciones locales. Por ejemplo, en la cultura Mochica del antiguo Perú, las mantarrayas eran símbolos recurrentes en cerámicas y murales, asociados con la conexión entre el mundo marino y las creencias espirituales de la sociedad
Turismo
Las mantarrayas representan un importante atractivo para el turismo de buceo y esnórquel, generando ingresos significativos para las comunidades costeras y promoviendo el desarrollo de economías locales basadas en el ecoturismo.
Aprovisionamiento
La carne de las mantarrayas es consumida como alimento en varias regiones, el cartílago se emplea en suplementos nutricionales, y su piel es utilizada para la elaboración de productos de cuero. Sin embargo, el comercio de mantarrayas debe ser regulado con el objetivo de garantizar su sostenibilidad y prevenir la sobreexplotación.
Ecosistemas que habitan
Arrecifes de coral
Los arrecifes proporcionan refugio y abundantes recursos alimenticios, siendo zonas ricas en biodiversidad donde las manta/rayas pueden encontrar pequeños peces y crustáceos.
Aguas costeras
Estas zonas, cercanas a las costas, ofrecen una abundancia de nutrientes y alimentos debido a la mezcla de aguas dulces y saladas, además de tener una menor profundidad, lo que facilita el acceso a sus presas.
Mar abierto
El océano abierto, conocido como zona pelágica. Es un hábitat crucial para varias especies de mantas y rayas, especialmente para las mantarrayas gigantes que son nadadoras altamente migratorias.
Cuestiones criticas asociadas
Captura directa
Estas especies son objeto de pesca dirigida en varias pesquerías mundiales a lo largo de su área de distribución. Las mantarrayas son valoradas por sus branquias, utilizadas en la medicina tradicional asiática y con un alto valor en el mercado internacional.
Capturas incidentales
Las mantarrayas a menudo quedan atrapadas accidentalmente en redes de pesca dirigidas a otras especies, lo que resulta en lesiones graves o la muerte de los individuos.
Cambio climático
El cambio climático está elevando las temperaturas del agua, lo que afecta la distribución y la disponibilidad de alimentos para las mantarrayas. Además, los cambios en la temperatura del océano pueden alterar las corrientes y, en consecuencia, las rutas migratorias de las mantarrayas.
Colisiones
En zonas con intenso tráfico marítimo, las mantarrayas enfrentan un alto riesgo de colisiones con embarcaciones, especialmente aquellas que se desplazan a gran velocidad. Estas interacciones representan una amenaza significativa para su supervivencia, particularmente en áreas donde las rutas marítimas coinciden con sus rutas migratorias.
Contaminación
La contaminación marina representa una amenaza significativa para las mantarrayas. La ingestión de plásticos, en especial microplásticos, puede provocar obstrucciones intestinales y exponerlas a sustancias tóxicas. Además, contaminantes químicos como metales pesados y compuestos persistentes se acumulan en sus tejidos a través de procesos de bioacumulación y biomagnificación, impactando negativamente su salud, alterando sus funciones metabólicas y reduciendo su capacidad reproductiva.
Turismo no reglamentado
Las actividades turísticas, como el buceo y el esnórquel, pueden interferir con el comportamiento natural de las mantarrayas, causando estrés y alterando sus patrones de alimentación y reproducción. Además, los encuentros cercanos con las embarcaciones pueden causar daños físicos a la mantarraya.